La Asociación Extremeña de Padres para la Integración en Badajoz, constituida posteriormente como Fundación "Magdalena Moriche", trabaja desde hace diez años con niños con inteligencia límite para fomentar su integración social, ha informado a Efe uno de los impulsores del proyecto, el ex presidente de la Federación Extremeña de Judo (1992-1996), Francisco Olivera.
La adaptación se basa fundamentalmente en el tiempo del combate y la eliminación de técnicas peligrosas.
Así, en el judo de pie se elimina la técnica del sacrificio, para evitar que el judoca caiga hacia atrás, mientras que en suelo desaparecen las estrangulaciones y las luxaciones, que pueden resultar peligrosas para ellos.
También se suprime la comunicación gestual del árbitro con los judocas.
Con el judo adaptado se pretende fomentar el autocontrol y las habilidades sociales para un colectivo de personas con un coeficiente intelectual de entre el 70 y el 85%.
Aunque su discapacidad suelo pasar desapercibida, les impide desarrollarse plenamente y tener un grado de autonomía acorde con su edad, lo que se hace más latente en la adolescencia y en la edad adulta, según Olivera, monitor de alumnos con discapacidad límite.
Olivera ha abogado por mantener contactos con otras asociaciones para trasladar a la Federación Española de Judo la necesidad de homologar el judo especial y, a partir de ahí, organizar competiciones a nivel nacional e internacional.
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